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Pilar de uno de los equipos más míticos que tuvo el fútbol argentino: el Newell´s de Bielsa. Campeón de las últimas dos Copa América ganadas por la Selección. Entrenador audaz con un estilo muy marcado. Dirigiendo es extremadamente pasional y efusivo. Fuera del campo es campechano y tranquilo. Humanizamos a Darío Franco, un tipo de bien.
Fue uno de los más destacados arqueros de la historia del fútbol argentino, con memorables actuaciones y grandes logros. Adentro del campo mostró notable personalidad para atajar, y afuera para confrontar con lo que creía que estaba mal. Un hombre de libre pensamiento y profundo análisis crítico. No se deja adoctrinar por la política, la religión ni ningún entrenador. Hoy transita su camino como técnico. Humanizamos a Luis Islas.
Fue padre muy joven. No pudo tener continuidad y asentarse en River. En Defensa y Justicia, de la mano de Ariel Holan, tuvo su despegue definitivo. En México fue el jugador sensación, alcanzando un nivel de altísimo vuelo lo que le abrió la puerta a la Selección. Hoy en el Betis de Manuel Pellegrini es uno de los volantes más eficaces y con mejores estadísticas de La Liga. Un centrocampista de los de antes: pensante, criterioso, simple, con jerarquía para la recuperación y elegancia con la pelota para distribuir juego. Humanizamos a Guido Rodríguez, un pibe con los pies sobre la tierra.
¿Qué cosas se les puede enseñar a jugadores que ya vienen con un talento natural sublime? Un maestro, docente y formador de pura cepa como Miguel Ángel Tojo, lo hizo. En el formidable proyecto de selecciones juveniles (1994-2007), del cual él fue uno de los grandes responsables, pasaron por sus manos los tres últimos astros argentinos: Messi y Aguero y Tévez.
Disputó tres Mundiales con la Selección. Compitió en la élite del fútbol europeo. Es una de las personas más campechanas, modestas e íntegras que se pueden encontrar dentro de su ambiente. Conformó el cuerpo técnico de Matías Almeyda que logró el ascenso con River. Hoy hace su camino como entrenador. Humanizamos a José Chamot.
Es la leyenda viviente del handball argentino. Uno de los más destacados líderes del deporte nacional en las últimas décadas. Esfuerzo, conducta y valores: hacen su filosofía. Con su vital aporte, “Los Gladiadores” llegaron a la élite mundial. Multicampeón con Ballester e idolatrado en el Antequera de España. Con 46 años sigue jugando con la misma pasión que cuando arrancó. Humanizamos a Andrés Kogovsek, el ´Gran Capitán´.
Afirman la mayoría de los protagonistas, que el jugador nunca muere. Que la carrera se acaba por cuestiones naturales y biológicas, pero que de mente y alma se siguen sintiendo futbolistas de por vida, a pesar de no poder ejercer la profesión físicamente. Muchos siguen vinculados al fútbol como entrenadores, formadores, dirigentes, representantes; pero ningún cargo destierra al hombre de botines y pantalones cortos. Muestra cabal de ello son los ejemplos de Matías Almeyda y Juan Sebastián Verón. Ambos se retiraron, pero al tiempo decidieron volver a la actividad, porque el amor es más fuerte.
Era uno de los grandes próceres de la historia del fútbol mundial. Leyenda de River y la Selección. Único e irrepetible en su puesto, fue, para muchos, el mejor de todos los tiempos. Fue un muy buen entrenador. Pero todo eso no le bastó: quiso ser presidente de su club y allí derrapó absolutamente, pasando de estar en el salón dorado, a la lista negra y más nefasta. Su ego y soberbia lo obnubilaron y hoy es uno de los personajes más odiados por el hincha millonario.
Leopoldo Jacinto Luque fue una de las figuras de la Selección Argentina en el Mundial de 1978, pero no la tuvo fácil: su hermano murió en medio de la competencia. El delantero contó cómo se sobrepuso a esa tremenda pérdida.