Ariel Holan: romper prejuicios

El fútbol es un ambiente sumamente complejo desde el plano laboral . El rubro de los entrenadores es un mercado selectivo y reducido, donde no es fácil ingresar. Quienes lo logran, mayoritariamente, son reconocidos ex jugadores profesionales. Es por eso que Ariel Holan es un ´bicho raro´. Sin haber sido futbolista y proviniendo de otro deporte como el hockey, donde entrenaba mujeres; pudo romper todos los prejuicios e insertarse en el fútbol, ganándose un gran respeto de colegas, espectadores y opinión especializada. Cuando hay mucha capacidad y dedicación, Holan es un ejemplo que todo se puede conseguir. Pero para eso tuvo que recorrer un lento camino que él mismo narra… 

“Siempre está el prejuicio hacia un entrenador que no fue futbolista profesional. Pero a mí no me contratan para jugar, porque no lo podría hacer. Me contratan para entrenar. Así como no cualquiera puede ser jugador, no cualquiera puede ser entrenador. Tuve la enorme ventaja que encontré en el camino a una persona como Jorge Burruchaga. El Profe Kohan hizo de nexo y luego de una charla de un par de horas que tuve con Burru, me preguntó cuándo arrancaba a trabajar con él. Yo le debo todo a Jorge porque fue el que me abrió las puertas del fútbol.  Comencé la preparación en el 2000. Ese año dejé de ver el fútbol como simpatizante de un club y lo empecé a ver como entrenador. Tomé la decisión de tener conocimientos profundos del fútbol. Yo lo veía para tomar cosas para el hockey. He incorporado cosas del Flaco Menotti y Carlos Griguol para plasmar en el hockey. Me dije a mí mismo: “vamos a intentar lograr el sueño”. A partir de ahí ya veía al fútbol con el ojo de entrenador. A partir del 2000 ya tenía un software, analizaba partidos, acumulaba información de los equipos argentinos e internacionales. Toda esa etapa fue de preparación. En agosto del 2003 comencé a trabajar con Burruchaga. Primero fui videoanalista de Burru durante cinco años. Luego Julio Comparada me dio la escuela de fútbol de Independiente en un proyecto muy interesante. Tuvimos 1500 chicos, siete centros, 40 profesionales. Después estuve como ayudante de campo de Jorge en Banfield y en Arsenal. Luego dirigí inferiores en Argentinos Juniors. Hasta que llegó el proceso de River con Matías Almeyda donde hacía el videoanálisis y la metodología de entrenamientos. Después pasamos a Banfield donde estaba como ayudante de campo junto a Gabriel Amato. Y el último paso antes de llegar a Defensa fue dirigir la reserva de Banfield.  A mí me costó mucho estar en esos roles, porque a los 16 años ya estaba dirigiendo a mi primer equipo de hockey. Entonces estoy absolutamente acostumbrado a ser yo el entrenador principal. Dentro del fútbol, como no fui jugador, tuve que hacer una carrera en donde tuve que pasar por distintos roles. Eso me dio la posibilidad de aprender un montón”. 

(Fragmento de una charla que Holan mantuvo con el periodista Damián Giovino para su libro “El Legado de Bielsa”)

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