Fue uno de los deportistas argentinos más destacados. Forjó junto a su hermano mellizo Manuel, el apellido más importante del rugby nacional. Estando en la élite del deporte mundial, estudió medicina y se recibió de traumatólogo. Integrante de una familia de película con siete hermanos biológicos y cuatro adoptados. Humanizamos a Felipe Contepomi.
Lleva la simpleza como filosofía de vida. A pesar de ser una de las máximas glorias de River, siempre mantuvo perfil bajo y humildad, al punto de sufrir la fama y exposición. Caudillo nato que no necesitaba gritar para hacerse respetar. Se retiró del fútbol con su padre secuestrado. Humanizamos a Leo Astrada.
Campeón mundial, con peleas épicas. Padre de 14 hijos. Se codeó con el poder. Fue amigo de Néstor. Incursionó en cargos políticos. Hoy tiene una gomería y ayuda en villas y cárceles. A diferencia de otros boxeadores que lo perdieron todo, puede vivir dignamente desde lo económico. Humanizamos a Jorge ´Roña´ Castro.
Se los critica, juzga y denigra como a nadie. Se pretende que sean robots sin errores. Detrás del árbitro de fútbol hay un ser humano. En él hay un tipo de bien, sabio, familiero y con profundos valores. Alguien con un mensaje que escuchar para mejorar como sociedad. Humanizamos a Patricio Loustau.
Vivió en un barco y todo lo que necesitaba cabía en un bolso. Superó un cáncer de pulmón y nunca renunció a su gran pasión: navegar. Medallista olímpico y ejemplo de vida por sus valores y capacidad para superar adversidades. Un tipo sencillo que llegó a lo máximo. Humanizamos a Santiago Lange.
Uno de los grandes líderes del deporte argentino de las últimas décadas. Revolucionó el handball nacional y cambió la historia. Creó a “Los Gladiadores” y los metió en la élite mundial, generando respeto e identidad. Valiente, soñador y de profundas convicciones. Superó difíciles momentos en su vida. Humanizamos a Eduardo ´Dady´ Gallardo.
Nació en Fiorito, se crió en Lugano y el fútbol lo llevó a Lyon. Callejero y peleador en su juventud, pero con códigos que hoy se perdieron. Se metió de lleno en las drogas, pero un ángel lo sacó. Dueño de un Carisma absoluto. Humanizamos al Turco García, un tipo encantadoramente singular.
A los 7 años su viejo le regaló un auto. Amante de la velocidad, manejó muchos años sin registro y causó varios líos. Para él, su compañero de equipo es el primer rival. Talento y vocación extrema. Humanizamos a Emiliano Spataro, fierrero como filosofía de vida.
35 años en un mismo club pasando por 8 cargos diferentes y logrando hitos históricos. Enganche que pintaba para crack pero el servicio militar y la guerra le arruinaron sus sueños y pusieron en peligro su vida. Humanizamos a Néstor Apuzzo, un tipo único.
Su hija mayor tiene un retraso madurativo. Sostiene que es lamentable el poco desarrollo como sociedad para darle todas las posibilidades a chicos especiales. En un entrenamiento estuvo al borde de la muerte. Humanizamos a Gustavo Campagnuolo, señor padre.